divendres, 18 de gener del 2008

De les pastanagues a les correas fins arribar al vol de la papallona

Si una papallona mou les ales a Cambodja .........

Pot provocar la caiguda de les teules de l'església d'Ohanes.

M'han convidat al teatre i me'n vaig volant .... tornaré

US ESTIMO

3 comentaris:

Anònim ha dit...

Erase una vez una humilde trabajadora,”esposa” y madre a la vez, en la mejor edad de la vida (si es que hay una mejor edad en la vida, porque la mejor debe ser la que se tiene y los mejores años de la vida son los que nos quedan por vivir: era sólo una forma de empezar), cuarentona ella, madre de dos niños, que por una de esas bromas del Destino se encontró, inesperadamente, convertida en un proyecto de robot y habiendo perdido la cualidad de “esposa”, el Bromista se la habia cambiado por la de “viuda”.
Como proyecto sólo podía realizar las funciones más simples.
Por la mañana una mano invisible le daba cuerda con la gran manivela colocada en su espalda, y así empezaba la sucesión de actos repetitivos cotidianos para los que habia sido programada: levantarse (para este debió haber algún fallo en la programación, vista la dificultad para llevarlo a cabo), preparar a los niños, prepararse ella, llevar a los niños a la escuela, ir a trabajar, salir, comer, recoger a los niños, llevarlos a alguna actividad extraescolar, si tocaba, donde al cabo de una hora los volvía a recoger, volver a casa, ayudarlos con las tareas del cole, duchas, cenas, cuento y los niños a dormir.
Terminadas las tareas, caía sentada a solas en el sofá, cansada incluso para acostarse, sola, la vista perdida prendida en la pantalla del televisor, sola.
Así un día tras otro.
De su etapa anterior a proyecto de robot había conservado su aspecto externo y, al parecer y contra todo pronóstico del Bromista, también un cachito de corazón. Por supuesto también conservaba a sus buenas amigas y amigos. Ellos debieron sospechar lo de su cachito de corazón porque no dejaban de alentar y sugerir maneras de recuperarlo.
La sugerencia que más se repetía era la de: “tienes que ponerte zanohorias” “búscate zanahorias” “ponte zanahorias y ve tras ellas”.
La proyecto de robot no tenía capacidad para inventar zanahorias que perseguir con ilusión, aunque se esforzaba.
Pasado el tiempo resultó que, como además de madre también era hija, el precioso y luminoso ático donde vivía con sus hijos se fue quedando pequeño, puesto que también debía acoger en ocasiones, que se preveian cada vez más menos ocasionales, a sus padres.
Así que de pronto apareció la GRAN ZANAHORIA: debía buscar un lugar con cabida para todos, donde cada uno pudiera tener su espacio. Quería una casa. Quería algo. Se sentía bien imaginando como la quería.
Era una empresa ardúa, no resultó fácil, pero eso sería otra historia completita. Lo cierto es que la persiguió como el asno a la zanahoria, con la diferencia de que la proyecto de robot consiguió su gran zanahoria, una zahoria que dura y dura y dura sin nunca acabarse, una zanahoria rellena de zanahoria y ....el cachito corazón....el cachito corazón fue ganado terreno......y el proyecto de robot nunca llegó a robot.

FIN DEL PRIMER CAPÍTULO (por lo menos)

meiga ha dit...

Son mensajes que no se pueden contestar con palabras.

Sólo con miradas, abrazos.

Aquí quedan los míos

Anònim ha dit...

Voliau saber qué es el que té tan ocupat al Pep a cambodja? Aiiii.... gent de poca fe! jajjajajaja. Doncs os ho explico ràpidament: 400 fotos!!!!.
Ahir va ser un dia gran, per mi. A les 8 del matí marxavem la meva amiga Vatey, una amiga seva que es diu Linh i un amic, que feia de taxista cap a la provincia de Kandal, al surest de Cambodja, tocant al Mekong i a Vietnam.
La família de la Vatey es d'allà i els hi varem fer una visita. 90 kms. de carreteres infernals, mal asfaltades i molta pols, molta!!!! Pero en arribar allà, et trobes en una especia de paradís. Són gent pobre, sí, i les casses, com podeu veure en les fotos, no són "casa Ricard". Aquí tot és més efímer. Cuatre vigues de fusta per fonaments, algunes canyes per pareds , bambú a terra i uralita o més canyes per taulada. Una forta ventolera s'ho pot emportar tot. El futur quí, a Kandal, és incert com aquestes cases. Pero la família Kram va neixer aquí. També els avis i els besabis. I també tots els meus amics! Aquets que podeu veure a les fotos, amb aquells ulls que tomben!, amb aquesta frescura i inocència propies de la edad. Amb moltes ganes de jogar amb la meva cámera, amb la meva crosa, amb mí.
No és la casa Ricard, peró també reben al visitant amb alegría, amb estimació, contents de que algú, enlloc de fer fotos dels monuments de Cambodja (Angkor) també els façi fotos a ells, doncs ells són la Vida amb majúscules. Són pobres, sí, i potser no surten a cap estadística, potser poca gent sabrá els seus noms, pero....que voleu que os digui més, avui sòc eternament feliç!!!!.
Hem passat el dia, ens han donat un bon dinar (a les 11,30) i un bon sopar (a les 5 de la tarda). Al vespre, quan ja baixava el sól, varem sure una estona al costat del riu, el Mekong, a 50 metres de casa Kram!. Despés, en un viatge molt cansat però excelent, malgrat la pols del camí, vaig tornar cap a Phnom Penh. Ara tinc feina per seleccionar entre 400 fotos.Sòc aquí, amics, amb tots vosaltes i també amb els meus petits i grans amics d'aquetes terres.
Més tard, més!.